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Boda en Hotel Abetos del Maestre Escuela. Marina y Alberto
Hay ocasiones en las que mi trabajo me brinda la oportunidad de conocer a parejas que consiguen transmitir más de lo que uno puede esperar. Es normal ver a dos personas que se aman y que preparan con toda su ilusión el día de su boda, incluso tengo la suerte de que la gran mayoría de mis novios consiguen hacerme sentir como si fuera un invitados más en su boda. Pero, lo que es más difícil de encontrar, es esa conexión tan especial entre dos personas que hace que desde la primera reunión puedas introducirte en su historia y considerarte parte de ella.
La historia de Marina y Alberto está marcada por los kilómetros y la distancia. Se conocieron hace 7 años en una de esas maravillosas casualidades que te brinda la vida. Alberto fue a arbitrar un partido de baloncesto a Melilla y en ese mismo partido, entre el público, se encontraba Marina. El destino hizo que se volvieran a encontrar esa misma noche cenando en el mismo restaurante. No fue hasta la tercera coincidencia, al encontrarse de nuevo en el pub donde pretendían acabar la noche, que Alberto no se decidió a acercarse a hablar con ella. A partir de ese día, comenzaron a visitarse el uno al otro cada 15 días, demostrando que no existe distancia que pueda a un amor verdadero.
7 años después de su primer encuentro, el Hotel Abetos del Maestre Escuela fue testigo del enlace de nuestros protagonistas.
El Hotel Abetos del Maestre Escuela dispone de unas instalaciones propicias para la celebración de bodas civiles. Tanto el lugar de la ceremonia como el lugar donde tuvo lugar la cena al aire libre, no podían ser más idóneos.
El día comenzó en una de sus mejores habitaciones del hotel. Marina inició sus preparativos rodeada de sus seres más queridos. Sus padres y hermanos fueron los primeros en aparecer en la habitación junto a una de sus mejores amigas, Alicia. El resto de sus damas de honor se unieron más tarde y ayudaron a templar los nervios a base de carcajadas y buen ambiente.
La ceremonia, divertida y emotiva a partes iguales, tuvo lugar en los jardines del hotel. Los invitados disfrutaron de las palabras que tanto familiares como amigos les dedicaron a los novios y vivieron el tan esperado “Sí, quiero” de nuestros protagonistas, que lo rubricaron con la ceremonia de la arena.
La cena y sobre todo, la fiesta de después dieron rienda suelta a los momentos más divertidos del día. No faltaron los regalos originales ni los bailes locos y consiguieron que ni un solo invitado buscara una silla donde sentarse hasta altas horas de la madrugada.
Conocer a Marina y Alberto ha sido una de las grandes sorpresas de esta temporada de bodas. No hay nada mejor para un fotógrafo de bodas que las parejas confíen plenamente en tu trabajo y además, se cree un vínculo tan especial que trascienda la pura relación profesional.
Mil gracias por hacerme parte de vuestra historia.
Lugar de celebración: Hotel Abetos del Maestre Escuela
Vestido de novia: San Patrick
Traje de novio: LUI
Maquillaje y peluquería: Rakel Porriño
Floristería: Andaluflor
Música: Rafa Cano Sonido Profesional

